Generalmente los videojuegos de plataformas que invitan al jugador a resolver rompecabezas son bastante difíciles, pero Teslagrad ha ido más allá planteando una mecánica simple y a su vez complicada de dominar. Cada nivel se convierte en un auténtico reto por muy habilidoso que seas.
Aunque tras dar comienzo a la partida creerás que la línea argumental de Teslagrad es bastante floja poco tardarás en darte cuenta de que estabas equivocado. Con las diversas escenas que van reproduciéndose conforme superas las fases es narrada una historia que te apasionará junto a un cuento adicional que se irá desbloqueando a medida que des con los casi cuarenta cromos en total, tarea ardua teniendo en cuenta que los mismos están esparcidos por los niveles.
La resolución de los puzles va ligada al tratamiento de los campos magnéticos asociados a los elementos de Teslagrad. Dicha característica ha de ser aprovechada para acceder a ciertos lugares aparentemente imposibles, así como activar determinados mecanismos que requieren un adecuado uso del magnetismo con tal de funcionar correctamente. Dejando a un lado la capacidad lógica necesaria para resolver dichos enigmas deberás demostrar una gran habilidad para saltar las plataformas y esquivar los ataques de los enemigos que te liquidarán con un solo golpe.
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